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Cuando un niño está enojado o irritable, lo que busca es
satisfacer sus necesidades no cubiertas. Esas rabietas que a tantos padres
desesperan no son sino las ideas propias del niño enfrentado a los deseos de
sus padres: no entiende lo que pasa, se ofusca y estalla emocionalmente.
Conforme crece, estas rabietas se pasan pero los
conflictos familiares siguen formando parte de la convivencia. Para Rosa Jové,
con estas reacciones un niño camina hacia su independencia y la defensa de sus
propias ideas. Se trata de una etapa que es preciso pasar y que los padres
deben aceptar y entender, sin recurrir a los castigos, porque de lo contrario
contribuirán a hacer crónico un problema que tiene fecha de caducidad. La
autora de Dormir sin lágrimas y La crianza feliz va más allá y nos ofrece
también soluciones definitivas para los problemas de comportamiento hasta los
12 años. Y defiende, con sólidos argumentos, la idea que transmiten estas
palabras: «Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo
necesite».
• Exigir
a los hijos lo que no les enseñamos
• El castigo como fracaso del educador
• Cómo prevenir los problemas de convivencia
• Coherencia y empatía: bases de una crianza
feliz
• El respeto de la intimidad
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