lunes, 30 de marzo de 2015

Los instintos que no puedes ignorar.

El mensaje de los instintos

Los instintos no son un poder paranormal ni existen únicamente en el reino animal. Es cierto que no disponemos de pautas de comportamiento complejas y hereditarias, como muchos animales, pero tenemos ciertas inclinaciones innatas hacia determinadas conductas. Estas se activan ante estímulos específicos, sin que pensemos demasiado en cómo debemos reaccionar, y tienen un carácter fundamentalmente adaptativo.

Sin embargo, después de siglos de civilización, hemos echado nuestros instintos a un lado y acallamos nuestra intuición. Hemos apostado por la razón, intentamos ocultar los sentimientos y hacemos oídos sordos a la llamada de los instintos porque consideramos que no están a "nuestra altura".
Comenzar a poner atención a estos mensajes es simplemente escuchar lo que tu cuerpo o la parte más emocional de tu cerebro tiene que decir.
Tres instintos que nunca debes ignorar.

1.- La sensación de peligro.
Esa punzada de angustia, esa sensación en el estomago, que te hace sentir inquieto(a), es probable que alguna vez la hayas experimentado, y te preguntes si es real o estas exagerando, esa que te hace salir corriendo. Sin embargo, cuando percibes que estas en peligro, es mejor actuar. Lo mismo vale para los problemas de salud, en ocasiones en las que sentimos que algo no anda bien pero no podemos precisar de qué se trata.
Por supuesto, no se trata de caer en la hipocondría o paranoia si no de escuchar un poco más las señales que envía nuestro cuerpo. Recuerda que nuestro inconsciente capta más información de la que podemos procesar de manera consciente por lo que a veces, la percepción del peligro proviene de este y deberíamos prestarle atención. 

2.-  La primera impresión.
 Este proceso es muy básico pero nos resulta útil para guiarnos cuando no conocemos prácticamente nada de la otra persona, lo cual significa que también podría ser peligrosa. Es un mecanismo a través del cual atribuimos rasgos estables de personalidad basándonos en pequeños elementos, casi siempre pistas visuales, como el rostro de una persona, la ropa que lleva o la forma de moverse. 

Obvio mientras que la primera impresión no se convierta en un estereotipo, a veces es conveniente dejarse llevar por este mecanismo de señalización que nos puede llevar a acercarnos a una persona o a alejarnos, si consideramos que puede representar una amenaza para nuestra integridad física o psicológica.

3.- Decisión correcta.
Todos los días tomamos decisiones, algunas nos llevan apenas unos segundos, otras son más importantes y nos ponen delante de una encrucijada. Para tomar una buena decisión, sobre todo cuando se trata de una elección que puede cambiar tu vida, se recomienda que tomes cierta distancia del problema, así podrás valorar las diferentes opciones desde una perspectiva más objetiva. 

Sin embargo, las emociones no son tus enemigas. De hecho, antes de tomar una decisión definitiva, es conveniente que explores cómo te sentirías. Deja hablar esa parte que te dice que estás tomando el camino correcto o que te estás equivocando. No se trata de que te dejes guiar exclusivamente por tu instinto pero sí de que lo escuches porque si te sientes incómodo con una decisión, es probable que no sea buena para ti.



¿Son fiables los instintos y las intuiciones?
Más en el enlace original.

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